El serbio volvió a tener una semana brillante y derrotó a Nadal en la definición de Madrid sin perder sets
Cuando un jugador está en un buen momento puede tener una buena jornada o no, pero siempre tiene una carta para escaparse en situaciones complicadas y terminar con un triunfo su partido.
La fórmula se adapta perfectamente al serbio Novak Djokovic, quien hoy se llevó el título en el Masters 1000 de Madrid tras derrotar al español Rafael Nadal por 7-5 y 6-4 y le cortó una racha de 37 encuentros ganados en forma consecutiva al número 1 del mundo sobre canchas lentas.
El viernes tuvo su primera gran prueba cuando enfrentó al ibérico David Ferrer. El choque correspondía a uno de los encuentros de cuartos de final y el número 2 del mundo alternó momentos de buen juego complementados con muchísimo trabajo para imponerse por 4-6, 6-4 y 6-3 al finalista del Masters 1000 de Montecarlo.
Ayer, ante el brasileño Thomaz Bellucci volvió a jugar tres sets. Su rendimiento decayó, tuvo baches, pero con algunos aciertos en los momentos importantes, y un rival que jugó bien pero sintió la presión de la definición, Djokovic se clasificó, sin jugar para nada bien, a la final del certamen madrileño.
Del otro lado lo esperaba Nadal, el duelo esperado. El español llegó a las cuatro finales de Masters 1000 del año, el serbio sólo se ausentó en Montecarlo porque no jugó.
El mejor jugador de la temporada con 5 títulos ganados y ninguna derrota exponía su récord perfecto sobre la superficie que mejor domina el número 1 del mundo.
34 contra 37. El serbio llegaba con 34 victorias seguidas esta temporada a la definición del cuarto Masters 1000 del año, por su parte el mallorquín encadenaba 37 triunfos de manera consecutiva sobre canchas lentas.De una forma u otra los dos eran candidatos a su manera, pero el excelente presente que atraviesa el balcánico pudo más.
La lucha que siempre ofrece Nadal hizo que el primer set se estirara hasta el 7-5.Djokovic pudo haberlo liquidado antes pero la entrega del español estuvo a punto de forzar el tie-break.
La cancha lenta más rápida se encuentra en Madrid. Los 667 metros de altura que ostenta la capital española ayudan a que la pelota viaje a mayor velocidad con menos esfuerzo, y ese factor significaba una ventaja para el número 2 del planeta.
De hecho, en semis, el suizo Roger Federer le quitó el primer set a Nadal con una seguidilla de tiros ganadores que finalmente no pudo mantener el máximo ganador de Grand Slams de la historia, y que finalmente le permitió al manacorí llegar a su tercer definición consecutiva en este certamen.
La regularidad que no sostuvo el helvético si la tuvo el balcánico, y en el segundo set hizo sentir impotente a Nadal, que tampoco tuvo su mejor tarde.
El español no estaba con su explosividad habitual, jugó muy corto, tuvo muy poca efectividad con su primer saque, y Djokovic tomaba la iniciativa sobre los segundos servicios del manacorí y aprovechó su revés cruzado, que funcionó a la perfección, para poner al número 1 del mundo en constantes defensas.
Nadal ejecutó un slice paralelo que flotó por la línea, pero se abrió demasiado y la pelota se fue ancha y el serbio pudo sellar el 6-4 definitivo que le daba su segundo Masters 1000 sobre canchas lentas y el tercero de la temporada, además de hilvanar su triunfo número 35 de manera consecutiva si se cuentan los dos que ganó el año pasado durante la Copa Davis que también conquistó.
Seguramente este encuentro se volverá a repetir de aquí a Roland Garros. Desde mañana se disputará el Masters 1000 de Roma, que también se juega sobre polvo, y Nadal seguramente estará esperando, con la sangre en el ojo, la oportunidad para vengarse de Djokovic, que hoy lo bajó del trono en la superficie en la que el español es rey.
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