Dobletinte

El serbio derrotó a Nadal por 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 y 7-5 y conquistó el quinto Grand Slam de su carrera, el cuarto consecutivo y el tercero en Melbourne Park



Una de las palabras más utilizadas en el mundo deportivo es: increíble. Parece que cada vez que el serbio Novak Djokovic y el español Rafael Nadal se enfrenten, esta palabra va a ser un lugar común entre quienes tengan que escribir o comentar un partido entre estos dos gladiadores del tenis. Si Roland Garros es la casa del número 2 del mundo y Wimbledon fue el lugar en el mundo del suizo Roger Federer,seguramente el Abierto de Australia es el jardín del balcánico. En este certamen ganó su primer título de Grand Slam, comenzó a escribir su espectacular 2011, y es donde hoy derrotó al ibérico por 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 y 7-5 para quedarse por tercera vez con el trofeo del primer Major de la temporada.

El partido tuvo altibajos. La agresividad del mallorquín en el primer set fue la que lo dejó llevarse el capítulo por 7-5. En la segunda manga el número 1 del planeta tomó distancia de un quiebre pero no pudo cerrar cuando se encontraba 5-3 y con una doble falta volvió a darle vida al de manacor que posteriormente, cuando servía 4-5, también entregaría el game, y en consecuencia el set con una doble falta.

Durante el tercer parcial Nadal bajó con su nivel de ataque.Ya no le corría la derecha como antes y eso fue clave para Djokovic que comenzó a dominar con mucha facilidad.El serbio se llevó el capítulo más sencillo de la noche australiana por 6-2 y parecía que si el español seguía jugando así el rumbo del encuentro caería en pocos minutos en su contra.

Recién en el cuarto set el número 2 del mundo volvió a parecerse al del primer parcial. Llegó a salvar un 0-40 cuando sacaba 3-4 a base de winners y buenos saques.De esa forma extendió las acciones hasta el tie-break.Quien escribe creyó que el partido se terminaba ahí. La lógica es que en estas definiciones se imponga el que durante los games previos ganó con mayor facilidad sus turnos de servicio. Siempre que Nadal sacaba iba hasta el deuce mientras que Djokovic, como mucho, sólo cedía dos puntos. Entre estos dos la lógica no existió, y el ibérico sufrió para ganar esta definición.Primero se puso 3-1 arriba, luego llegó a estar 5-3 en desventaja pero finalmente se llevó el cuarto parcial.

En semifinales el balcánico había jugado un partido al que le faltaron 10 minutos para llegar a las cinco horas, y llegó a la final con un día menos de descanso que su rival.Y aquí la misma historia que hace unos cuantos meses atrás cuando estos dos mismos jugadores disputaron la definición del US Open. Parecía que el serbio se iba a venir abajo con su físico, pero el tipo es de hierro.Pasaban los games y la expectativa era que el balear finalmente se impusiera desde la parte atlética pero era a él a quien le costaba más ganar sus juegos, mientras que del otro lado le seguían cayendo palos y así, el mejor jugador de la actualidad quebró a su rival en el 5-5 y posteriormente lo cerró con su saque.

La realidad es que los dos estaban destruidos.En algún momento hasta les hubiese gustado que la cancha no tuviese techo para que la lluvia que cayó en Melbourne los interrumpiera un rato.Cinco horas y 53 minutos de acción en el estadio principal y la diferencia entre ganar y perder la definen sólo un par de puntos. Pero fueron dos héroes en la Rod Laver Arena y lamentablemente tenía que haber un campeón.Daban ganas de parar el partido y decirles: "muchachos el trofeo es de los dos, porque a pesar de victorias y derrotas ustedes son dos ganadores". Esta vez no hubo una ventaja mental del serbio sobre el español. 7-5 en el quinto después de casi 6 horas, qué ventaja mental hubo.Djokovic ganó porque tiene más recursos que su rival, y así y todo esto pudo haber caído para cualquier lado.

Que la bielorrusa Victoria Azarenka haya embolsado el mismo dinero que el vencedor, y más que el finalista de la rama masculina por el paupérrimo espectáculo que dan las mujeres es otra injusticia, pero eso es un problema que deberían analizar los organizadores

La gran meta de Nadal será ser más ofensivo con su juego de fondo y así desgatarse menos.Cuando golpea de fondo se queda muy corto y pasa rápido a situaciones defensivas que lo obligan a correr cuando debería tener el control del las acciones, principalmente con su saque.Ese es el punto que junto a Tony, su coach, tiene que trabajar si quiere superar al número 1 del mundo.

Una nueva rivalidad existe en el mundo del tenis. Las 30 veces que se enfrentaron el ibérico contra el balcánico superan las 27 oportunidades del español y Federer, aunque siempre estarán en nuestros corazones.Es el tiempo de Djokovic, que se unió al equipo de los que ganaron tres Grand Slams consecutivos y quien cada día se encamina más al club de las leyendas de este hermoso deporte.

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